julio 27, 2011

Long ago, someone else ago...

Confiaba en que una serie de acontecimientos escondía un sentido particular. La vida era una serie de acontecimientos. Ahora esa confianza se me antoja utópicamente sobrevalorada.
La vida es una serie de acontecimientos, pero no esconden nada en sí mismos. Tienen la fisonomía del azar y un alma camaleónica, mutante, inestable. Una vida es confusa, polisémica; varias vidas en conjunto son una historia inasible. Darles un sentido, entonces, es una pretensión osada, y sobrepasa lo arbitrario.
Y no podemos dejar de hacerlo, porque somos lo suficientemente creativos para encontrar siempre algún nuevo significado, alguna epifanía tentadora que reestructura (o desestructura) nuestra vida, y los mismos acontecimientos se dilatan y contraen en desiguales proporciones a la luz de una nueva perspectiva. Así es como vivimos de ficción en ficción.
La realidad es el más surreal de los conceptos, la idea más abstracta del imaginario colectivo.

Andrés Gutiérrez

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